ALAN MUÑOZ OLIVARES Y SU POTENTE VOZ EN LOS VERSOS DE TREE- D (Árbol Muerto)

En TREE_D el texto poético gusta y «hechiza» al lector, pero este último no puede descifrar el sentido de este, la significación del poema se escapa, puede tener un verso una o diversas interpretaciones, el poema manifiesta cierta tendencia al hermetismo y a la oscuridad deliberada.  

Alan, puede ser un poeta negro o un poeta surrealista, en su propio, personal y admirable estilo.   

Alguna vez Gómez Correa expresó de Braulio Arenas, “como ningún otro poeta ha logrado en este país, bajo una atmósfera netamente poética, una penetración más intensa en las regiones del sueño…”, estas mismas palabras son factibles de expresar respecto a la escritura de Alan Muñoz Olivares, es magnífico y potente. No podríamos hacer en él un corte entre la vida real –entendamos transitoriamente vigilia- y el mundo de los sueños. 

La poética de Muñoz Olivares destila inteligencia y enorme creatividad e ingenio.

TREE-D (árbol muerto) Editado por ASKASIS. Isla de Maipo Santiago de Chile, abril 2015.

Ingrid Odgers Toloza
Directora Ejecutiva Letras 25


3D PARA UNA CRÓNICA REVELADA

Yo nací para robar rosas
en las avenidas de la muerte.

Charles Bukowski

Un día Dios despertó en Malos Aires después de la resaca,
lejos del estupor del bullicio de la ciudad sitiada
y fue a dar al acantilado póstumo del tiempo.

(Obviamente, su psicoanálisis no dio para divagaciones.
No era mero capricho, era la voluntad artera de sus designios)

Todo el universo se redujo a un instante,
bellacamente horrorizado ante una imagen agorera
desde todos los ángulos, se ve:
un árbol muerto al borde del precipicio.

Las raíces del árbol muerto muestra el recorrido de las ansias,
la imposición de manos de los dedos cadavéricos sumergidos
en la tierra.

Sin embargo,
en el subterráneo del pensamiento del lluvioso Chile,
se alza vivo el Árbol Madre
como un gran sostenedor del imperio de las ideas,
las que aguardan latientes entre los hongos alucinógenos,
las que conectan en red todo el bosque templado.

Esta es la instantánea que invade la memoria del dios
maníaco depresivo,
el son del cerebro de la historia de la historia entre los axones que
conspiran
en este plano cartesiano.

Las 3 dimensiones son los sueños húmedos de la poesía
proscrita.
Las 3 dimensiones son el negativo de las revelaciones.
Las 3 dimensiones son el Déjà vu de las prostitutas silentes
que esperan ser penetradas por la locura,
pedirle a Aliona Ivanovna que busque la llave maestra.

La resistencia revolucionaria de la mandrágora
es la sobrevivencia el ÁRBOL DEL AHORCADO.


CAÍDA LIBRE

Fiery the angels fell; deep thunder rolled around
their shore
s; burning with the fires of Orc.

Y los ángeles ígneos cayeron. Truenos profundos arrollaron; ardiendo con los
fuegos de Orc.
Roy Batty. Blade Runner, 1982.

I

Era el tiempo de los pájaros, el bautismo del aire,
el tiempo del diluvio y todos sus orgasmos,
la lluvia pegada al techo del infinito
como si las nubes trajeran hemorragias azules.

Ángeles sediciosos, desbordantes sobre La Ciudad Luz,
sobre la Gran Via Blanca newyorquina.

Era el tiempo de humedecer los adoquines
con este aire tibio como caldera.

De pronto, se incendió el cielo y estos ángeles fluviales,
fueron arrojados con la furia de la tormenta,
había llegado el día de los tentados celestes,
las rutas aéreas colapsadas, las alas deltas.

Es así como las claves se perdieron
y se perdieron las luces, las alas, las estrellas,

uno a uno los transeúntes cerrados de ojos,
uno a uno agitando el vacío despliegues de sus alas,
la navegación salía de sus vías y la promesa
que era ya otra promesa
que era ya otra promesa y otro cielo, parió cuervos blancos.
Y cayeron de látigo, de tumbo, de splash, lanzados
al borde del despeñadero, desparramados,
totalmente amnésicos por Sudamérica.

II

No quedan sino los restos trizados
de los espejos platónicos del firmamento.
Hay que recobrar el aliento,
los miles de pedazos esparcidos,
los sudores que se memorizan como segunda piel.

Acá, el Reyno de la Carne en Marqueteo,
la trata de blancas y de falanges en veda.
Acá, la montaña rusa con sus cicatrices de precipicio,
la Sudamérica personal, encendida
como un dedo rojo apuntando al cielo,
como si un pedazo de tierra estuviera en desacuerdo con Dios.

Nos invaden los aeroplanos celestes con sus sales de fuego
lento,
los amantes de los sudacas primigenios,
los marinos que no vuelven del Mar Muerto.

A vuelo de pájaro diría que son caballos de ajedrez
montando sobre los charcos de su agua,
espectro que buscan dónde pasar la noche,
ángeles abriendo las ventanas de la Muerte,
ángeles suicidas.


LITURGIA DE LA INMOLACIÓN

¡¡Ante este altar macabro
versifico la lengua de la inmolación,
el lugar de las dunas de la conciencia
que ha quedado inundada bajo el polvo
del desfallecimiento!! +

Mi rostro son los rostros del mundo
que vienen a contar la fina embriaguez
de la iluminación.+

Estas manos tienen el don de la tribu,
mis manos sangran la costra de la historia
que pulula bajo el dominio de la disolución.+

De este fondo enjaulado
surgirá la metamorfosis del hombre
como un proceso ventral, lascivo.+

De este fondo enrejado
surgirá la luz del deshollinador
para limpiar las venas de la conmiseración
y el lupanar del pensamiento.+

De este panal ensordecedor y enajenado
surgirá la liturgia,
la única revelación del misterio.+


ALBERTI EN EL UMBRAL

Yo no sabía que las puertas cambiaban de sitio
que las almas podía ruborizarse de sus cuerpos

ni que al final del túnel la luz traía la muerte.
Rafael Alberti.

Se queda en el umbral, Alberti, se queda
para vernos entrar en el gran socavón.
El conducto de la nada se reposa en el ir y venir de sus
fantasmas,
en el abrir y cerrar de sus invisibilidades.
Se queda, Alberti, en el gran umbral de los cielos,
ni dentro ni afuera de la cúpula especular
sino en el vaivén de los coletazos sagrados del firmamento.
Alberti en el umbral, (dije:
al verte en el umbral, Alberti,
estupefacto de tantas apariciones)

Ante tal espectáculo se lanza Alberti sobre los ángeles
como Ícaro sobre el mar Egeo
rasgando el aire con sus alas incendiarias,
murmurado entre los labios el verso inexistente,
aquel que alude al verso inexistente.

Y queda flotando en el vacío eterno, suspendido
entre el cielo y la tierra, entre el sol y la luna,
entre él y el cielo espectral.


AL DESPERTAR ÉRAMOS COMO UNA BANDADA DE PÁJAROS

Todo era lo externo,
lo que subía y lo que bajaba
era lo que en las orillas se acumulaba,
el miasma metálico de los sonidos
al cual acudíamos como al primer encuentro.
La desesperanza era la tristeza
que nos asistía como una bandada de pájaros azules.
La tristeza y el olvido,
el olvido y la locura,
la locura y la soledad,
la soledad de tenernos en el olvido
dentro de estas horas de locura olvidadas.
La tristeza nos amenaza de muerte
y frenéticos le asistimos
como una bandada de pájaros azules.


Poeta ,Alan Muñoz Olivares
Fotografías, Archivos del Autor.
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