Nuestra venganza es un baile

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(Nacht von Karneval auf Aschermittwoch)

Quiero que los que vengan mañana sepan
sepan que aquí se mató.

Las calles adoquinadas nos han triturado como carne
murieron
sobre nosotros.
Las campanas amordazaron.

Sepan que las borraron
que antes mucho antes que ellos
manos limpias las colgaron.

Sepan que en esta noche de barco en tormenta
nos soltaron un Judas
desde el cielo como un gallo-negro
cayó desecho
hecho cenizas este miércoles ardiente
que se grabó en cada piedra
y en cada mano de mi pueblo.

Nos odiaron.
Que nos escupieron
que por sobre nuestras cabezas
cabalgaron.

La muerte bailó solo una noche
bastó esa.
La noche.
Y debimos aprender
nosotros a bailar
este baile de luces negras.
Desesperados buscando
la razón
acorazada canta contra el cielo.

Quiero hija mía.
hoy que tus pechos y tus pies están tan listos
listos de sol
llenos del rocío
y de olvido- apertrecha todos
esos
nuestros inmortales cantos
finalmente te digo
hoy irás a bailar
pero por sobre todo
y por sobre
cruzando ese Canal maldito
sabed
aquí vivimos.
Sabed que aquí vivimos.

Aun.
Más allá.
Somos eternos. Somos un puente azul.

Que aquí su zarpazo
no pudo
alcanzarnos sus tentáculos de odio y
la fútil venganza
asesina que cayó
convertida en veneno profundo.
Espeso un alquitrán que nos ahoga.
No pudo doblegar nuestro pasado.

Y cuando su carnaval de sangre
la cobardía fue descubierta
por la mañana Amor
tomamos las piedras que fueron
tal vez nuestra
esta casa
indoblegables murallas
las guardamos apretándolas
contra el pecho
hasta que la sangre nos dejó
y se fue.

Trasuntamos aun con el vértigo
de lo incierto
renacimos eternos desde las riveras
el agua del Elbe
que tu ves aquí en frente
nuestra sangre
es el río y el río son las piedras
y el cielo el orgullo
la pobre cobija que nos ha protegido
y esto que guardo bajo mi piel
quiero que sepan que es un techo
es mi brazo.

Ahora
venid y llevad las campanas de vuelta
en lo alto
dile que yo estoy
estuve siempre con ella
y vosotros
por vosotros
este último respiro
se tiene por aceptado
y no fingirás
ese paso por pasado.

Subiré con las campanas
pero estaré aquí
en silencio
vigilante entre las banderas
haré flamear.

El grito de las sirenas
desde miles de metros bajo tierra
dejará de sonar
volverá la música a los palacios
la opera y al altar.

Nuestra venganza será un baile
te digo
la venganza será un baile
naceremos nuevamente sin rencor tierra mía
sin odio,
escogeremos la palabra justicia y la redefiniremos
marcados.

Encendidos por la paz de tu mirada y el silencio
alba del jueves 15 febrero de 1945.


Nuestro amor volverá
mi voz volverá
volverá a flamear.
En Dresden.       
                                                                                 Fotografía: Del autor.


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Omar Ortiz Caucau, Chile.

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