Film del año 1969
Escrita y dirigida : Miguel Littín
Producida : Luis Cornejo Gamboa.
Mùsica y sonido : Sergio Ortega, Jorge Di Lauro
Fotografìa : Hèctor Rìos
Montaje : Pedro Chaskel
Genero : Clásico
Formato : 35 mm.
Film basado en hechos reales; los asesinatos cometidos por Jorge del Carmen Valenzuela Torres. Con las destacadas actuaciones en los roles protagónicos de Nelson Villagra, Shenda Román, Héctor Noguera, Luis Alarcón. Este film, se basa en lo que conocemos como: Cine realista, donde sus actores, muestran de manera clara y profunda el sentimiento de la historia. Utilizando la misma herramienta que el Realismo Italiano, niños lugareños que nos recuerdan al pequeño del film de Vittorio de Sica en Ladrón de Bicicleta.
Considerándolo un clásico del cine chileno ¿Qué lo convierte a este film en un clásico? Tal vez el impacto que tuvo al momento de su estreno y que se mantuviera en el transcurso del tiempo, llevándonos muchas veces a volver a su historia. De este mismo modo lo he vuelto a ver, sintiendo la misma emoción.
En lo personal crecí escuchando de este film como muchos de mí generación, fue a través de esta historia que supe de los horribles crímenes cometidos en Nahueltoro. Littín filmó en los lugares donde ocurrieron los hechos, usando las locaciones reales como los campos abiertos y la cárcel donde estuvo prisionero Jorge del Carmen Valenzuela Torres, y el lugar de su ejecución, que fue el día 30 de abril de 1963. Toda la narración se basa en los relatos testimoniales de Jorge del Carmen Valenzuela Torres, en la voz de Nelson Villagra, el actor que le interpreta. Los diálogos entre los personajes del film, son los textos oficiales del expediente judicial, como así también entrevistas al asesino.
Sí bien el film completo es muy destacable, me parece indispensable resaltar la forma de su desarrollo. El uso de la cámara en las escenas del arresto y los crímenes que junto a la música trasmitían el caos de ese sentimiento que nacen de un hecho tan escabroso. La imagen del silencio en la escena de la ejecución más allá de algunos diálogos, resalta el dramatismo presenciado en ese instante.
Es una muestra cruda de la realidad rural de este país a fines de la primera década de la mitad del siglo pasado, donde el analfabetismo estaba muy presente, esa falta de educación traducida en alcoholismo, violencia intrafamiliar hacia las mujeres y los hijos en muchos de los casos abandonados. En la escena del interrogatorio él respondiendo a la pregunta ¿Por qué mataste a los niños? Su respuesta fue. “Para que no sufran los pobrecitos». Quizás en su precario racionamiento, producto de su estado de embriaguez, en ese arrebato de ira dió muerte a la madre y los hijos ya abandonados por el padre, esto nos muestra específicamente un total desamparo, siendo este el mismo escenario sufrido por el protagonista Jorge Valenzuela.
La conclusión de cómo procedió la justicia en el caso de Jorge del Carmen Valenzuela Torres, es y debe ser personal. En lo particular pienso que en el tiempo transcurrido en prisión, experimentó una rehabilitación, donde puedo concluir que no fue fusilado el mismo hombre. Entró a la cárcel siendo un ser precario, analfabeto y alcohólico, y el día de su muerte ya sabía leer, tomando conciencia y horrorizándose de sus propios actos.
Se dice que la historia hay que conocerla para no volver a cometer las mismas matanzas, como en el caso de este relato presentado magistralmente del ojo cinematográfico de Miguel Littín. Absolutamente recomendado, verlo o volver a él, dedicando un tiempo a vivir la realidad del pueblo de Chile, en esos años de tanto sufrimiento en las clases marginales ,más pobres de este país.
“El Chacal de Nahueltoro” ¿Un film clásico? Por supuesto, el que todos debieran ver.
Fotografía Archivos Históricos de Chile.