CUADERNA OSCURA DEL POETA JUAN HERRERA

JUAN HERRERA, POETA DESTACADO POR SU EXTRAORDINARIO MANEJO DEL LENGUAJE SIMBÓLICO DESNUDA Y VISTE LAS PALABRAS, PARA HACERLAS MUSAS CARNALES COMO LA VENUS DE CITERES[1]

Precede el texto la imagen de portada, la mano de Santa Águeda de Catania, Virgen y mártir siciliana del siglo III, Santa Águeda fue condenada a que le cortaran los pechos por rechazar al tirano Quinciano. Se le atribuyen infinidad de poderes: evita incendios, espanta los malos espíritus y enfermedades del ganado, augura buena cosecha y hasta cura migrañas y cefaleas. Conocida por ser patrona de las enfermeras y en general, protectora de las mujeres. El poemario de Juan Herrera apunta a la imagen de la mujer como columna escritural, y es que, en Cuaderna oscura, una presencia femenina traspasa el texto y adquiere heterogéneas expresiones. La escritura emerge como un diálogo constante con lo femenino. Cabe preguntarse ¿es una mujer o es la escritura? El poeta viaja, con lenguaje críptico, dejando atrás lo conocido, la ciudad y busca por la cartografía del cuerpo y la escritura, plasma la nostalgia y dolor por la pérdida, las pérdidas invariables que sufre cualquier relación. Hay palabras duras, pero ¿acaso no son duras y tristes las pérdidas?

Editado por Ediciones del Archivo Ltda 2018

1.- Venus o citerea. Diosa de la hermosura y madre del amor y de las gracias. Presidia las fiestas voluptuosas

Ingrid Odgers


XI

Estás parado sobre el tiempo
Sobre las molidas carnes de los otros
Cuando respiras el murmullo vacío de los deudos
En la risa que dice y que sopla
Hasta que su polvo se mete en el silencio
En la nota rasgueada del queltehue gusanero
En el ojo múltiple de las moscas
Que buscan de la losa el ácido
Esa última sangre esa última salivación que se nos cae
Y somos un instante esa ave
Somos puertas horizontales
Lo apisonado somos
Una muesca
No.


XI

Sei fermato sopra il tempo
sopra carne macinata degli altri
quando respiri el vuoto mormorio di chi sono in lutto
Nel riso che dice e soffia
Finchè la loro polvere non vanno sul suo silenzio
Nella nota strimpellata del queltehue vermesso
Nell’occhio multiplo delle mosche
Cercano l’acido dalla lastra
quell’ultima sangue quell’ultima salivazione che ci cade
e siamo in istante quell’uccello
Siamo porte orizzontali
come speronati siamo
Una tacca
No


XVIII

Escucha a Ludwig Van
Hermano
Escucha el sonido final atorado en la garganta de la víctima
Afloran entonces esos ojos en los puños
Baja por la mano con sombrero y pluma
Toma de esa leche no pasteurizada
Arrancada de una linda gullivera
Para ponerte más a tono
Toma el puñal y despestañate
Hermano
Rompe las marcas y precios
Ten la paz y la música
Has practicado un poco de ultraviolencia
Bieni

XVII

Senti a Ludwig Van
Fratello
Senti il finale suono bloccato nella gola della vittima
Emergeno poi quegli occhi nei pugni
Scendi per mano con capello e piuma
Bere quel latte non pasterizzato
Strappato da una bella gullivera
Per metterti più in sintonia
Prendi il pugnale e spaccati gli occhi
Fratello
Rompere le marche e i prezzi
prendi la pace e la music
ti sei esercitato un pò nell’ultravioletto
Vieni.


LI

Allí en el útero el hueso
Y en la explanada ramplas de hueso
Caravanas del terremoto
Potreros infestos con el légamo de la muerte
Animales cargados en los techos de los autos
Y el metal fracturado y los vidrios astillados
Y el hueso blanco de los edificios
Y el hueso negro de los fierros
Eran gotas de tuétano las que rodaban de sus caras
Para que no lo vieras hijo
Mientras la osteogénesis se demora
Mientras bajan paneles de cartílago
Para montar la Santísima.



LI

Lí nell’utero l’osso
E sulle rampe della spianata
Carovane terremotate
Pascoli infestati dal fango della morte
Animali caricati sui tetti delle machine
E il metallo rotto e i vetri scheggiato
E l’osse bianche negli edifici
E l’osse nera dei ferri
Erano gocce di tetuan che rotolavano dai loro faccie
cosi non lo vedresti figlio

Mentre i militari aspettavano a chilometri di distanza
Mentre l’osteogenesi è ritardata
Mentre scendono i pannelli di cartilagine
per montare alla santessima.


LX


In memoriam Juan Zapata Gacitúa

Mi Bizancio es pobre como la madera
Mi Roma basta y dominada
Mi sayal prestado

Sé que los ajenos
Ríen de la rudeza de este reino
De sus charcos por fuentes
De la empalizada por defensa
De sus capiteles de lona.

Pero un día
Nada renacerá
Nada emergerá ni volverá
No habrá angustia ni esperanza
Solo velocidad eterna y constante
El nombre de esa velocidad es inercia
Y sé que es poderosa
Por eso trabajo

LX

Mia Bisanzio è povera come il legno
Mia Roma abbastanza e dominato
Mio sacco in prestito

So che gli alieno
ridono della durezza di questo regno
delle suoi pozzanghere dalle fontane
della palizzata per la difesa
dei suoi capitelli di tela

Pèro un giorno
Niente rinacerà
Niente emergerà o tornerà alla sua dorata età
Non sarà angoscia nè speranza
Soltanto velocità eterna e costante
Il nome di questa velocità è inerzia
E sò che è potente
per quello lavoro.

Juan Herrera
Poeta

Juan Herrera Poeta
Fotografía: Archivo del autor.
Traducción: Susanna Pallavicini



- Advertisement -spot_img