El viajero va a los brazos de las hojas
le susurran el color del vacío
sin límites despiertan las letras escritas en sus pies
sigo deletreando el camino tintado de granate
convierte sus raíces en el canto del silencio
migran los ruiseñores en las agujas del Pinal
llora la savia del corazòn el tronco
los años caen como el otoño opacando la niebla
es la venida de la primavera, llega en silencio.
R.M.
Fotografía: Del libro, » La última Chirona».